sábado, 27 de mayo de 2006

Kota Bharu: bastión islámico

Por fin, por fin hemos llegado a nuestro ansiado destino: Kota Bharu, capital del estado de Kelantan y la zona más conservadora de Malasia. Como os comentó Jaizki, éste es el único estado donde el partido islamista (PAS) gana las elecciones al partido del gobierno (UMNO) y una de sus propuestas es instaurar la sharia o ley islámica, con poco éxito hasta el momento.

Es la primera ciudad que visitamos desde que salimos de Singapur, y las diferencias entre ella y los pequeños pueblos en los que hemos estado anteriormente son notorias: el tráfico, la gente, los edificios, el ruido, el número de restaurantes de comida rápida, el número de personas que preguntan si necesitamos un taxi, y el número de mochileros que están de paso.
Hasta esta mañana hemos estado tres días sin ver ningún turista, y ahora de repente nos encontramos inmersos en plena competición de los guesthouses para ver quién consigue más clientes. Por suerte no nos es difícil encontrar un lugar decente y barato.
Respecto a la comida, es muy fácil comer bien y barato en Malasia, y Kota Bharu no es una excepción, porque está lleno de "pasar malam", que son mercadillos que se montan a última hora de la tarde en la calle, donde se puede comprar de todo: ropa, relojes, zapatillas, pareos,... y comida, siempre hay comida, desde pollo frito o a la barbacoa, pasando por arroz frito o pescados al curry hasta apetitosos dulces e infinidad de frutas tropicales. La variedad es casi tan grande como nuestro apetito.
También visitamos el "pasar tani", o mercado de la mañana, donde se venden fruta y verdura frescas, pescado y carne. Los dependientes intentaban captar nuestra atención para que comprásemos algo, pero no teníamos ni utensilios ni lugar para cocinar, porque de lo contrario habríamos comprado de buena gana. Todo tenía una pinta estupenda. Nos llamó mucho la atención encontrar un par de puestos donde vendían huevos de tortuga. Por un lado, nos dio pena que estuviesen a la venta, pero por el otro, nos dio esperanzas: alguna de ellas la íbamos a ver en Pulau Perhentian.

Descubrimos que en Kota Bharu no hace falta usar reloj. Es fácil saber qué hora es siguiendo las pistas que nos da la ciudad. Sobre las 5 Kota Bharu se llena del repetitivo y frenético sonido de los miles de pájaros que salen a cazar insectos, y sobre las 7 se empieza a oír la llamada a rezar desde los minaretes. Era gracioso escucharlo en estéreo, ya que la ciudad tiene varias mezquitas y las oraciones parecían llegar de todas direcciones. Esta llamada nos sorprendió mientras cenábamos en el "pasar malam", que de repente se vació de gente y los televisores se apagaron. Por unos instantes todo se volvió muy tranquilo y hasta el ruido de los pájaros pareció atenuarse.


No hay comentarios: